La hipnoterapia es una de las psicoterapias más rápidas y más eficientes porque trabaja directamente con la mente inconsciente la cual forma todos los pensamientos, las emociones y las conductas. Aplicando su propia lógica la inconsciencia crea los patrones que sigue la persona sin darse cuenta de eso en muchas ocasiones. Por ejemplo, si la persona tenía un trauma, la mente inconsciente crea el miedo porque teniendo miedo y más tarde la ansiedad la persona puede cuidarse y protegerse. Autocuidado y autoprotección son las funciones del miedo. Como vemos la lógica de la mente consciente es positiva, aunque desde la perspectiva de la consciencia está mala.
A pesar de la gran eficiencia de la hipnosis hay casos en los cuales la hipnosis no se puede aplicar.
El primer caso es la psicosis. Las personas quienes son los pacientes psiquiátricos y medicamentados tienen la receptividad negativa hacia la hipnosis.
El segundo caso es la resistencia. Por varias razones hay gente que rechaza entrar en el trance hipnótico. Cada sesión hipnótica comienza con las pruebas de las habilidades hipnóticas. Si la persona las pasa, continuamos con la profundización del trance hipnótico hasta cuando la persona entre al sonambulismo. Si la persona no pasa esas pruebas, nosotros paramos la terapia y regresamos el anticipo. En este caso no tiene sentido utilizar la hipnosis.