La hipnosis es el estado-proceso entre la vigilia y el sueño. Por lo tanto, la hipnosis NO es el sueño.
La vigilia (la consciencia incompleta) es necesaria para escuchar la voz del hipnólogo y recibir sus instrucciones y sus sugestiones. La persona en el sueño profundo no puede hacer eso.
El sueño hipnótico, el trance hipnótico en sí mismo es el contacto de la persona con su mente inconsciente.
Durante la hipnosis la crítica de la consciencia está absolutamente apagada. Eso permite introducir las sugestiones en la inconsciencia la cual no tiene la crítica y no ve la diferencia entre lo real y lo imaginario. El hipnólogo establece las condiciones en las cuales la mente inconsciente acepta y graba sus sugestiones. Nuestros clientes las llaman ¨el cambio del chip o el cambio del programa¨.
Efectivamente eso sucede en la 1a sesión hipnótica: el hipnólogo planta la nueva y mejor imagen de su paciente. Las siguientes sesiones (en promedio 2 o 3 más) estipulan esa imagen para que ella se convierta en la parte integral de la personalidad del paciente. La imagen completamente elaborada y activada comienza a moldar las conductas del paciente.
El nuevo programa mental substituye el programa anterior defectuoso. En el momento cuando el nuevo programa inicia a operar, la hipnoterapia se termina.