Mito 1. Sólo la gente con la voluntad baja o sin ella se hipnotiza.
La hipnosis es el estado natural que cada persona experimenta unos instantes antes de dormirse y unos instantes antes de despertarse. Por lo tanto, todos tienen habilidades hipnóticas que se pueden activar en otras circunstancias. Lo que es la verdad es que nosotros tenemos varios niveles de la hipnotizabilidad, es decir, unas personas entran en el trance hipnótico rápido y otras más lento y requieren más tiempo para estar hipnotizadas.
Mito 2. La persona hipnotizada pierde su consciencia y control totalmente.
Durante la hipnosis la persona guarda su consciencia y puede salir del trance cuando se siente incómoda y/o no acepta las sugestiones del hipnólogo o hipnotista.
Mito 3. La persona puede quedarse en la hipnosis para siempre.
Existen 3 tipos del trance: ligero, medio (catalepsia) y profundo (sonambulismo). Las personas con el nivel alto de la hipnotizabilidad y la sugestionabilidad pueden llegar al tercer tipo del trance y a veces no quieren regresar al estado consciente por las experiencias, sensaciones y emociones fuertes y placenteros. Los hipnólogos profesionales saben cómo sacar a la persona de este estado.
Mito 4. Hay muchas restricciones para el uso de la hipnosis.
La hipnosis se aplica en varias áreas de la salud mental y física y presenta la eficiencia alta en el tratamiento de las enfermedades y trabajo en los problemas psicológicos. Las únicas restricciones que se pueden emplear son con los trastornos psiquiátricos graves, aunque este tema está abierto y sigue causando discusiones entre los especialistas.
Mito 5. La persona no se puede autohipnotizar.
La autohipnosis es la realidad como la hipnosis. Se requiere la enseñanza y la práctica constante de la autohipnosis para que la persona sólo sin especialista pueda utilizarla y resolver sus problemas.